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¿Cómo gestionar las emociones difíciles?

En primer lugar, no niegues lo que sientes.

¿Cómo gestionar las emociones difíciles?

En primer lugar, no niegues lo que sientes. Al negar nuestras emociones, solo las empujamos al inconsciente. Esto genera ansiedad, bloqueos emocionales o síntomas físicos.

- Sentir no te hace débil. Reprimir lo que sientes, si puede hacerte daño.

Cambia tu relación con estas emociones. No las etiquetes como “emociones negativas”, más bien piensa en ellas como emociones difíciles. Incómodas pero necesarias. Esto ayuda a cambiar la forma en que te relacionas con ellas. No se trata de evitarlas, sino de darles espacio, entender su mensaje y no aferrarse.

Como olas: vienen, te atraviesan, recibes su mensaje, y las dejas ir.

- La clave está en la regulación

Es procesar su significado, hacer introspección. ¿Por qué me siento así?, ¿Qué efectos tiene en mi cuerpo?, ¿Qué músculos estoy tensando o aflojando, y para qué?

¿A quién quiero atacar? ¿De quién quiero huir? ¿Qué situación estoy evitando? Aceptar y entender sin culparse uno mismo por lo que siento.

- Canalizar lo que siento

Cuando una emoción es demasiado intensa, requiere ser expresada por una vía saludable. Una válvula de escape para la presión emocional.

A través de la terapia, la escritura, el arte, el deporte y las artes marciales, y la meditación, puedes aprender a canalizarlas en lugar de combatirlas.

- Reconoce las válvulas de escape no saludables.

Estas son aquellas actividades que te regulan emocionalmente a la vez que te destruyen.
Como el consumo de sustancias, provocarse dolor físico, romper objetos, la adicción al entretenimiento o el contenido erótico, o hacer sufrir a otras personas.

El objetivo es ir reemplazando las válvulas de escape no saludables, por aquellas que sí lo son, y que te liberan a la vez que te ayudan a construir la vida que quieres.

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