“El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es una elección”. Una frase impactante y compleja que se le atribuye a Buda. ¿Pero qué significa?
El dolor en la vida es inevitable. Todos enfrentamos situaciones difíciles: pérdidas, fracasos y separaciones. Son parte de la experiencia humana. Pero una cosa es sentir dolor, y otra totalmente distinta es quedar enganchado al dolor. Es ahí donde comienza el sufrimiento.
Cuando masticamos en nuestra mente aquello que nos lastimó, reviviendo una y otra vez el dolor, el enojo y la frustración. Anclados al pasado, construimos nuestra identidad en torno al dolor que sentimos, por ese proyecto que se trancó, o la relación que no funcionó.
Y decimos cosas como “nunca me sale nada bien” o siempre “me va mal en el amor”. En lugar de aceptar que los errores y las situaciones difíciles son algo normal en la vida, y aunque nos duelan, siempre hay oportunidades para ser feliz.
Para dejar de sufrir, es necesario dejar de centrar toda tu atención en el dolor. Elegir ser la persona que existe más allá de su dolor. Que siente dolor, pero también siente otras cosas, que puede y se permite sentir otras cosas.
Si te interesa este tipo de contenido, no dudes en seguirme en mis redes, para seguir aprendiendo de psicología.
El video no es un enlace válido de YouTube.